La noche deja sorda la
conciencia, una entrega vida plagada de sensaciones entre vacíos y ternuras,
entre nostalgias y añoranzas, entre deseos y melodías… y se aferra la vida a
ese sentir deseado...
Cuando el silencio ahonda en
el corazón, el susurro sin voz de todos los deseos deja un eco de “pudo ser”….
y todo se traduce en tiempo mudo de explosión de todos los sentimiento, tiempo
ensordecido vivido en la intensidad…
Cuando el vivido deja paso a
un apenas existido, la conciencia calla desde su noche y simplemente el delirio
es el que responde a esa demanda desesperada de todos los deseos, a ese tiempo
cariño tierno de todos los momentos....
Cuando llega la oscuridad de
la noche el ensordecido de mi ser deja un vago lamento a los recuerdos y
reclama a gritos un tiempo deseo para todos los anhelos…
Cuando el pensamiento ahonda
en el sentir, la carne apela a vivir en intensidad, y la sangre exalta a
borbotones todos los ensalzados deseados… ser y estar a tiempos sin razón…
Cuando se esconde el día tras
la dulce tránsito de la noche, ese tiempo tierno suaviza la existencia, dulce
beso al encuentro del amanecer, bullicio vida de pensamientos al resurgir de
todos los sentimientos que dan sentido al vivir…
Cuando la noche llega la
condena del ser o no ser, la diferencia a la indiferencia del vivir, la
vida relata del silencio de todos los
sueños, la esperanza fénix del revivir de las cenizas, una irrespetuosa indiferencia a la razón que amanece en plena
noche a la sin razón…
Day, day, day
I touch you once I touch you twice
I touch you once I touch you twice


