Vuelan palabras lentas,
vuelan como un huracán, hacen manitas bajo la ciudad, sigue soplando
cerca, sigue ya descansarás, voy tirandito, necesito gas, bajo a todos los
sitios a romper, nunca te he pedido más que cuando te enganches con aquél, me
guardes un sorbito.
… de cuando un silbido se
convierte en seda donde volar y guardar las esperas, los secretos que no llaman
a ninguna puerta y son solo eso, secretos, vicios caros de restos… retazos del
sentir mas lento…
… de cuando una intensa
melodía crea tacto íntimo, sentir abalanzado a una orilla de tenue calor, de
cuando el aire conserva la humedad, de cuando la vida danza entre
incomprensibles… de cuando la mente se deja en un estruendo de piel abatida,
sedienta vida bajo pecho...
… de cuando respirar lleva
instinto caníbal, venas que profesan furia y descaro, deseo desatado… de cuando
el maníaco del ser viaja sin lugar en busca de su calor mas hirviente, del
aroma mas lanceado de su cintura, de la locura mas aferrada vertida sobre su
espalda…
… de cuando el literal del
sentir te arranca del ser existir, de cuando el acto de un deseo voraz te lanza
en sabotaje a un vuelo que no te pertenece…. de cuando el descaro de los
sonidos te deja un roce sobre las venas, de cuando danza sin limites el sentir…
de cuando la seda se convierte en un papel de fumar que se vuela y nada más,
humo que se funde sin control, textura de mi sangre debajo de la piel…